Mi interés en el Alacrán como remedio comenzó cuando encontrándome en Israel fuí testigo de los severos efectos de su aguijón, afortunadamente no en carne propia. En 1982, llevé a cabo el experimento homeopático del Alacrán, el cual, desde ese entonces, se ha convertido en un remedio útil y de efecto seguro.
Más adelante encontré dos experimentos antiguos de otros alacranes: uno por el Dr. Azam de Argel, que fue presentado ante el Congreso Internacional de Berlín en 1939; el otro por el Dr. Vincent de Laurier, que apareció en el British Homeopathic Journal de 1939 .