Coincidencias Clínicas
Dr. Eduardo Bitis
Transcurría el segundo día de fiebre en Juan. Apenas contaba con dos años y medio y cuarenta y ocho horas de 38° era suficiente para decidirse a medicarlo, aunque no hubiera ningún foco infeccioso.
Se encontraba caído, lloroso, pedía permanentemente los brazos de la madre. Gemía, en forma casi continua, en los momentos en los cuales estaba despierto, dado que se encontraba en un estado de somnolencia.
La cara roja y los pies fríos.
Se trataba de un niño sano en general, sin síntomas que pudieran conformar un cuadro general correspondiente a su enfermedad crónica.
De hecho nunca había recibido medicación por algún cuadro agudo, ni había sido necesario indicar un medicamento constitucional.