Los pueblos antiguos consideraban que la inteligencia cósmica los guiaba a través de señales que ellos solían buscar en su entorno, como la configuración de las nubes o la aparición de ciertos animales por la zona. Estaban integrados plenamente con la naturaleza y sus elementos ya que afirmaban que todo está creado a partir de la misma esencia, aunque con diferentes formas. Así cada reino manifestando una cualidad de la totalidad.
Los seres humanos recién hemos comprendido que el código genético es un lenguaje biológico. Desde este lenguaje, con las plantas y los animales hablamos todos el mismo idioma, pero cada especie lo usa de una manera específica para conformar los distintos vehículos de la diversidad universal.
Todos nosotros tenemos la capacidad innata de llegar a desarrollar nuestros talentos y capacidades hacia los altos fines de nuestra existencia, sólo que a veces no conocemos el camino.
La Impregnología, mediante una fórmula matemática sencilla, nos ofrece el método para conocer cómo se combinan las influencias de los reinos mineral, vegetal y animal con sus elementos distintivos combinados en nuestra individualidad y en la de nuestro sistema familiar. Nos conduce a aprendizajes no explorados anteriormente ya que la manera de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás depende de algo más que nuestra buena intención. El conocer nuestra esencia desde otra perspectiva nos brinda la posibilidad de encontrar diferentes soluciones a los mismos problemas que enfrentamos en nuestras relaciones y en nuestras experiencias de vida.